Educación, jóvenes y ambiente

Abstract

La economía global se caracteriza por la imposición gradual de estilos de vida, que trastocan la identidad cultural de las personas. Nos encontramos en una etapa del desarrollo civilizatorio en la que se extiende como diáspora incontrolable el despilfarro. Zygmunt Bauman (2013, p. 13) nos advierte: “la nuestra es sociedad de consumo: en ella la cultura, al igual que el resto del mundo experimentado por los consumidores, se manifiesta como un depósito de bienes concebidos para el consumo”. Ante la imposición de las prioridades del sentido de la vida por medio de sutiles y complejos procesos de aculturación, se requiere retomar la voz de las personas para indagar sobre formas alternas de convivencia y desarrollo. Por esta razón, el eje en torno al cual se desarrolla el contenido de esta obra son los jóvenes, ya que constituyen un sector de población fundamental para aproximarnos al horizonte de la educación ambiental; la vitalidad de sus ideas, la expresión de sus expectativas hacia el futuro, sus deseos por construir un mundo mejor, son factores que pueden dirigirnos hacia la utopía de una nueva sociedad, en la que se constituya una identidad terrenal y una sociedad planetaria.